Ajuste avanzado y reparación de puente suelto en Gibson acústica

En este artículo te mostramos uno de esos trabajos que explican muy bien qué diferencia a un ajuste superficial de un ajuste de luthería real, y por qué en guitarras acústicas de cierto nivel no todo se soluciona cambiando cuerdas.

Manu, cliente de Alcobendas, llegó a nuestro taller con su Gibson acústica buscando dos cosas muy claras:
– Mejorar la comodidad y el rendimiento general del instrumento
– Solucionar un problema serio de puente parcialmente despegado

Este es el tipo de intervención donde la experiencia y el criterio del luthier marcan la diferencia, porque un error aquí puede arruinar la guitarra.

Estado inicial de la guitarra

A simple vista, la guitarra ya mostraba varios síntomas claros:

Acción irregular, especialmente incómoda en primeros trastes
Sensación de dureza al tocar, incluso con ataque medio
Afinación inestable en acordes abiertos
Puente con signos visibles de despegue parcial, algo muy habitual en acústicas con años y cambios de tensión

Al inspeccionar con más detalle, confirmamos:

Altura de cuerdas fuera de parámetros profesionales
Selleta mal compensada
Trastes con desgaste desigual
Puente comenzando a separarse del top, con riesgo de agravarse si no se actuaba a tiempo

Aquí no hablamos de un ajuste rápido: había que intervenir con método y sin atajos.

Trabajo realizado: Pack avanzado + reparación de puente

🔧 Pack avanzado de ajuste (125 €)

Este ajuste se aplica cuando una guitarra necesita algo más que “bajar cuerdas”. Incluye:

Revisión completa de mástil y curvatura
Ajuste fino del alma según respuesta real del instrumento
Nivelado funcional de trastes (sin sobretrabajar)
Ajuste preciso de cejuela
Trabajo sobre selleta para mejorar acción y afinación
Optimización de la respuesta dinámica del instrumento
Pruebas reales de tocabilidad antes de cerrar el trabajo

Todo el proceso se hace midiendo, probando y corrigiendo, no siguiendo valores genéricos.

🔨 Reparación de puente suelto (80 €)

Este punto es crítico y merece explicación.

El puente presentaba un despegue parcial, algo frecuente en acústicas sometidas a tensión durante años. Aquí no sirve pegar y listo.

El procedimiento fue:

Retirada controlada del puente para no dañar el barniz
Limpieza completa de restos de cola antigua
Preparación correcta de superficies de contacto
Encolado profesional con presión y alineación precisas
Tiempo de curado respetado (sin prisas)
Comprobación posterior de estabilidad y transmisión de vibración

Un puente mal reparado afecta al sonido, a la afinación y a la estructura del instrumento. Aquí no hay margen para chapuzas.

Resultado final

Tras el ajuste avanzado y la reparación:

Acción cómoda sin perder carácter acústico
Afinación estable en todo el diapasón
Respuesta mucho más equilibrada al rasgueo y al fingerpicking
Puente completamente estable y bien asentado
Sensación general de guitarra “despierta” y controlable

La guitarra volvió a comportarse como debe hacerlo una Gibson bien ajustada.

Lo que dice el cliente

Manu ya había pasado por nuestro taller con otros instrumentos, y su reseña lo resume mejor que cualquier promesa comercial:

“El trato de Diego ha sido exquisito. A lo largo de todo el proceso te mantiene informado con fotos y vídeos, y consulta contigo todos los cambios antes de llevarlos a cabo. Primero me dejó dos acústicas y un bajo Hofner como nuevos. Como la experiencia fue tan satisfactoria me animé con mis otras dos eléctricas… El resultado ha sido el mismo: maravilloso.”

Este tipo de confianza no se construye con marketing, se construye con resultados.