Guía real de luthier para detectar copias antes de comprar (y sin autoengañarte)
Si estás leyendo esto, probablemente estás en una de estas situaciones:
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Has visto una Fender o una Gibson “a buen precio” y algo no te encaja.
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Te han ofrecido una guitarra “americana” con cuatro fotos y muchas prisas.
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Te has comprado una guitarra y ahora, con calma, empiezas a dudar.
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Estás mirando segunda mano y quieres evitar el clásico: “me la colaron”.
Te lo digo sin rodeos: el mercado de guitarras falsas y “Frankenstein” (mezclas de piezas) es enorme, y cada año se pone más fino. Ya no hablamos solo de copias burdas con un logo mal pegado. Hay falsificaciones que pasan filtros básicos (número de serie, estética general, incluso “papeles”) y aun así no son lo que dicen ser.
En un taller de luthería vemos esto con frecuencia: guitarras que llegan por un ajuste, una electrónica que falla o una simple revisión… y cuando las abres o las mides con criterio, la historia cambia.
Este artículo no es para demonizar a nadie, ni para dar lecciones. Es para que tengas criterio real antes de soltar dinero. Y si ya la compraste, para que sepas cómo verificarla sin depender de mitos de foro.
Lo primero que debes saber: no existe “la prueba definitiva” en una foto
El gran error de la mayoría de compradores es buscar “una señal mágica”:
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“Si el número de serie es válido, es original.”
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“Si pesa como una Gibson, es original.”
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“Si el vendedor tiene buenas valoraciones, es original.”
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“Si suena bien, es original.”
No.
Una guitarra puede tener:
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Número de serie correcto (copiado o replicado).
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Logo impecable (hoy se consigue).
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Estética convincente (relic artificial, golpes, checking…).
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Y aún así ser una copia o una guitarra ensamblada con piezas de procedencia dudosa.
Y al revés: hay guitarras originales con cambios (pastillas, potes, clavijeros, trastes) que siguen siendo originales, pero ya no son “todo original”, lo cual afecta precio y valor.
Por eso, el enfoque correcto es este:
No buscas una “señal”. Buscas coherencia técnica.
Que el conjunto cuadre con el modelo, el año, la fabricación y el nivel de calidad esperado.
Antes de entrar a marcas: entiende los 3 tipos de “engaño” más comunes
1) Falsificación directa (fake)
Copia hecha para parecer una Fender/Gibson específica.
Puede ser mala o sorprendentemente buena visualmente.
2) “Frankenstein” o “partscaster”
Guitarra montada con piezas de distintas fuentes:
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cuerpo de un lado
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mástil de otro
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electrónica cambiada
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decal/pegatina de marca añadida
No siempre es maldad: a veces el propio dueño lo compró así y lo cree original.
3) Original “tocada” pero vendida como intocable
Guitarra original con cambios importantes que se intentan ocultar:
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refinished (repintada)
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pala reparada
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electrónica reemplazada
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trastes cambiados
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puente no original
Esto pasa mucho con Gibson por el famoso “gibsonazo” (rotura de pala) y con Fender en guitarras de alto valor.
Errores habituales al intentar identificar una guitarra original
Voy a enumerarte los fallos típicos que vemos (y que te hacen caer):
“El número de serie lo confirma todo”
No. Se falsifica. Se copia. Se repite.
Y hay casos en los que el número corresponde a otro instrumento real.
“El vendedor me enseña un certificado”
Un papel no fabrica una guitarra.
Y un certificado sin trazabilidad, sin factura original o sin coherencia técnica… es decoración.
“Tiene estuche y accesorios”
Los estuches se compran. Los accesorios también.
He visto “packs completos” con guitarra falsa dentro.
“Suena increíble”
Una copia bien montada puede sonar muy bien.
El sonido no certifica origen. Certifica que el instrumento funciona.
“La guitarra es vieja, por eso está así”
El envejecimiento real tiene lógica. El relic falso a veces también, pero muchas veces no cuadra con:
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desgaste de trastes
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oxidación de hardware
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zonas de roce
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patrón de checking
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tornillería
Qué miramos primero en el taller para detectar una guitarra falsa (criterio de luthier)
Aquí viene lo importante. Cuando una guitarra entra al taller con dudas, no empezamos por el logo. Empezamos por lo que no se puede fingir fácilmente sin conocimiento o sin inversión seria.
1) Coherencia general del instrumento
Antes de “detalles”, miramos si el instrumento tiene lógica:
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¿El acabado corresponde al modelo y año?
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¿El hardware encaja con esa gama?
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¿La construcción está al nivel de la marca?
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¿Las tolerancias y el ajuste base son los esperables?
Si una guitarra se vende como “gama alta” y luego ves:
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trastes mal asentados
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ranuras de cejuela chapuceras
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taladros descentrados
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puente fuera de escala
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electrónica barata
…hay una discrepancia. Y esa discrepancia es la pista.
2) Número de serie: útil, pero nunca concluyente
El número de serie se mira, sí. Pero con mentalidad crítica:
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¿Ubicación correcta? (pala, placa, talón… depende)
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¿Tipografía correcta? (fuente, tamaño, alineación)
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¿Profundidad y método de marcado? (impreso, grabado, decal bajo laca)
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¿Coincide con el modelo? (año + especificaciones)
Un error típico: guitarras “American” con serigrafía que no encaja con los patrones de ese periodo. O números perfectos, demasiado limpios, en guitarras supuestamente envejecidas.
Regla profesional:
El serial puede descartar una guitarra, pero rara vez confirma al 100%.
3) Maderas, peso y construcción: el cuerpo canta más de lo que parece
Aquí es donde muchos compradores no tienen herramientas. Y es normal.
Lo que se mira:
Peso y distribución
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Las Gibson auténticas tienen rangos típicos (y variaciones).
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Una Fender de fresno puede pesar más, una de aliso suele ser más equilibrada.
Pero cuidado: el peso por sí solo no prueba nada. Lo que importa es si el peso es coherente con:
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la madera declarada
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el tipo de construcción
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el grosor del acabado
Construcción y routing (cavidades)
En Fender, los routings y cavidades tienen patrones esperables.
En copias, se ve:
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fresados bastos
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cavidades con formas raras
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falta de apantallado lógico
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agujeros mal posicionados
En Gibson, se mira:
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ángulo y unión de mástil
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cavidades de electrónica
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tenon (en algunos modelos)
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simetría y precisión
Un cuerpo bien hecho se nota. Y uno hecho a prisas también.
4) Hardware y tornillería: el sitio donde las copias se delatan sin querer
Esto es oro.
En guitarras falsas, muy a menudo pasa esto:
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invierten en “apariencia general”
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pero recortan en tornillería, puentes, selletas, potes, jacks, switches
Qué miramos
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Puente: geometría, materiales, tolerancias
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Selletas: calidad del mecanizado
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Tornillos: tipo, acabado, rosca
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Placas: grosor, bordes, alineación
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Clavijeros: holgura, suavidad, precisión
Una guitarra puede tener un logo perfecto y luego un puente con tolerancias “de juguete”. Eso, en una supuesta gama alta, no cuadra.
5) Electrónica y soldaduras: aquí se decide el 80% de los casos
Si quieres un punto donde se ve la verdad, es este.
En el taller, abrir una guitarra te da información brutal:
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calidad de soldaduras
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tipo de cable
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apantallado real o ficticio
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potenciómetros y valores
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condensadores
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selector
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jack
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continuidad de masa
Qué delata una copia
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Soldaduras frías o hechas “a pegotes”
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Cableado finísimo sin criterio
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Componentes genéricos en guitarras “premium”
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Falta total de orden interno
Qué delata una guitarra original pero modificada
Aquí no hablamos de “falsa”, sino de “no original al 100%”:
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potes cambiados
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condensadores modernos
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recableado completo
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pastillas no originales
Esto no siempre es malo. Pero debe reflejarse en el precio y en la venta.
6) Acabados y detalles finos: donde el ojo entrenado nota cosas raras
La estética engaña, pero no siempre.
Lo que se revisa con lupa:
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grosor del acabado (al tacto, bordes, cavidades)
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transición en binding
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nitro vs poli (ojo: no siempre es simple)
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calidad de decal bajo laca
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simetrías: logo, inlays, marcadores
El relic falso se nota cuando:
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el desgaste es “demasiado perfecto”
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la oxidación no tiene lógica
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el checking está puesto “para la foto”
Fender: dónde caen las copias y los “partscaster”
Fender es un caso especial porque hay muchísima pieza suelta en el mercado. Y porque una guitarra Fender, en esencia, es modular: mástil atornillado, componentes intercambiables.
Problemas típicos
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Partscaster vendida como “American”
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Mástil original en cuerpo no original (o al revés)
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Decal cambiado
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Serie legítima en guitarra que no corresponde

Qué miramos en Fender (práctico)
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Placa del mástil y su coherencia
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Ajuste del pocket (tolerancia y pintura)
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Cavidades y routing
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Electrónica y apantallado
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Puente y selletas
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Trastes: calidad de asentado y nivelado
Gibson: por qué las copias se buscan más y dónde se rompen
Gibson es objetivo top por valor de reventa, especialmente las Les Paul. Y porque visualmente se falsifica con facilidad.
Problemas típicos
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“Gibsonazo” reparado y oculto
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Serial correcto pero pala y construcción sospechosas
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Acabado demasiado grueso
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Componentes internos que no corresponden
Qué miramos en Gibson (práctico)
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unión mástil-cuerpo y ángulo
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pala: forma, transición, voluta (cuando aplica)
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cavidades y acabado interno
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electrónica: calidad y orden
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binding y detalles de fabricación
Señales rojas en una compra de segunda mano (Wallapop y similares)
Aquí te doy una lista operativa. Si ves varias juntas, frena.
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“Solo hoy”, “me urge”, “no marees”
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Fotos pocas y estratégicas
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Evita fotos de serial o cavidades
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No permite ver la guitarra enchufada
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No acepta revisión en taller
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Historia rara: “me la regalaron”, “no sé qué es”
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Precio demasiado bajo para ser real
Regla práctica:
Si el vendedor evita una verificación razonable, probablemente sabe por qué.
Qué puedes comprobar tú en casa (sin herramientas de luthier)
Esto es lo que sí puedes hacer con sentido:
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Pedir fotos claras de:
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serial
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pala (frontal y trasera)
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unión mástil-cuerpo
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puente
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cavidades (si accede)
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electrónica (si accede)
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etiquetas, stamps, marcas internas (si aplica)
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Pedir vídeo:
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afinación y acordes abiertos
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selector funcionando
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potes sin ruidos
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jack estable
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Comparar con especificaciones oficiales del modelo (no con fotos de Google al azar)
Pero ojo: esto te da probabilidades, no certezas.
Cuándo merece la pena verificar una guitarra en taller (y por qué es barato comparado con el error)
Te lo digo claro: si la guitarra vale dinero, la revisión lo vale.
Casos en los que es casi obligatorio:
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compra de segunda mano de cierto importe
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guitarras vintage
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“ediciones especiales”
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guitarras con historia poco clara
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guitarras que vas a usar en directo (estabilidad real)
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guitarras “demasiado bonitas para ese precio”
Y aunque sea original, una verificación te sirve para:
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saber su estado real
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saber si necesita ajuste, trastes, cejuela, electrónica
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negociar con datos, no con emoción
¿Y si resulta que es una copia? No todo es drama (pero hay que ser honesto)
Si la guitarra es falsa, hay tres escenarios:
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Copia mala: no merece invertir mucho. Ajuste básico y poco más.
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Copia decente: se puede optimizar, apantallar, ajustar, ponerla estable.
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Partscaster honesta: puede ser un guitarrón… si se vende como lo que es.
Lo importante es:
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no pagar precio de original por copia
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no revender engañando (esto se vuelve contra ti)
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decidir con criterio si compensa mejorarla
Conclusión: en guitarras falsas, el problema no es el logo. Es la coherencia.
Internet está lleno de “listas rápidas” para detectar copias. Algunas cosas ayudan, pero la realidad es otra:
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Las copias buenas imitan lo visible.
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Lo que cuesta falsificar es lo técnico.
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Y lo técnico se ve con criterio de taller.
Si estás dudando entre “me la juego” o “lo verifico”, piensa así:
Es mejor perder una oportunidad que perder dinero.
