El control de volumen de una guitarra eléctrica parece sencillo desde el exterior: giras el knob y el sonido sube o baja. Sin embargo, por debajo hay un comportamiento eléctrico muy concreto que determina no solo el nivel de señal que llega al amplificador, sino también el carácter tonal, la forma en que cae el volumen, cómo interactúan varias pastillas entre sí y la manera en la que la guitarra responde al músico.
Para comprender de verdad cómo funciona un potenciometro de volumen y cómo debe cablearse, conviene analizar primero qué hace internamente un potenciómetro cuando se emplea como divisor de tensión, que es exactamente el rol que cumple en este caso.
Qué ocurre dentro de un potenciómetro de volumen
Un potenciómetro de volumen funciona redirigiendo parte de la señal de la pastilla hacia masa mientras el resto se envía al jack de salida. La proporción entre “lo que se envía al ampli” y “lo que se tira a tierra” cambia según la posición del wiper (la patilla central del potenciómetro).
Un potenciómetro estándar tiene tres terminales:
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Lug 1: extremo de la pista resistiva conectado a masa.
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Lug 2: el wiper (salida hacia el jack).
- Lug 3: extremo de la pista donde entra la señal de la pastilla.

Cuando el volumen está a cero, el wiper está prácticamente pegado a la parte conectada a masa, de modo que la señal se deriva íntegramente al suelo: el ampli no recibe nada.
Cuando está al máximo, el wiper se acerca al lado donde entra la señal, de modo que casi toda la señal pasa al jack y muy poca se pierde a tierra.
Importante:
Incluso en posición 10, siempre hay un pequeño grado de carga porque el pot no deja de ser una resistencia presente en la ruta. Esa carga, pequeña pero existente, es lo que hace que la elección entre 250k, 500k o 1M cambie la cantidad de agudos que sobreviven en el circuito.
Por qué el valor del potenciómetro afecta al tono
Los valores más comunes en guitarras pasivas son:
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250 kΩ
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500 kΩ
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1 MΩ
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(En sistemas activos, 25 kΩ o 50 kΩ)
La lógica detrás de estos valores tiene una razón técnica muy clara:
➡️ Cuanto mayor es la resistencia, menos carga ve la pastilla y más contenido en agudos conserva.
➡️ Cuanto menor es la resistencia, mayor es la pérdida natural de agudos y más suave/oscuro será el sonido.
Por eso:
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Los single-coils, que tienden a ser brillantes, suelen ir con 250k para domar el brillo extremo.
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Las humbuckers, más cálidas y densas, se suelen emparejar con 500k para abrir la parte alta.
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En configuraciones modernas, algunos guitarristas usan incluso 1M para obtener un sonido extremadamente abierto y directo.
La elección no es dogma: depende de la guitarra, las pastillas y el gusto personal. En Raven, por ejemplo, ajustamos valores en función de la respuesta que el músico busca y no solo de la “norma”.
Cableado estándar del volumen (lo que ves en la mayoría de guitarras)
El cableado típico puede explicarse así:
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Lug 3 recibe la señal de la pastilla.
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Lug 1 va a masa.
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Lug 2, el wiper, envía el resultado al jack.
En la práctica, el wiper barre entre la señal y la masa. En la mitad del recorrido, parte de la señal se envía al ampli y parte se disipa a tierra. Esta relación es la que determina si la caída de volumen es progresiva, brusca o suave, y depende también del tipo de taper del pot (lineal o logarítmico).
Cableado invertido (estilo Jazz Bass): volumen independiente por pastilla
Aquí empieza lo interesante.
En guitarras de doble volumen —por ejemplo, una Les Paul tradicional— sucede algo que sorprende a muchos guitarristas:
➡️ Cuando el selector está en la posición central y bajas uno de los volúmenes, se apaga toda la guitarra, no solo esa pastilla.
¿Por qué?
Porque cuando uno de los potenciómetros dirige la señal a masa, el resultado final que llega al jack es un circuito en paralelo donde un pot “a cero” arrastra a la salida total hacia tierra. En otras palabras: el potenciómetro está “tirando del circuito completo hacia masa”.
Para evitar esta interacción no deseada, Fender empleó en el Jazz Bass una variante conocida como cableado invertido:
Qué cambia en el cableado invertido
Simplemente se intercambian el wiper (lug 2) y el hot de entrada (lug 3).
Esto provoca un efecto vital:
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El pot controla solo su propia pastilla,
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pero no es capaz de arrastrar la salida global del instrumento a tierra.
El resultado:
Cada pastilla tiene un volumen realmente independiente.
El ampli nunca ve un corto directo a masa; lo que se apaga es únicamente la pastilla correspondiente.
Este tipo de cableado es especialmente útil en:
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Jazz Bass tradicionales
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Guitarras sin selector
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Configuraciones en las que se busca mezcla manual entre pastillas
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Instrumentos donde se quiere libertad absoluta para equilibrar niveles
Controles de mezcla (Blend pots): una solución elegante para dos pastillas
Los potenciómetros de mezcla, o blend pots, sustituyen dos controles de volumen independientes por un único control que equilibra la señal de dos fuentes (normalmente dos pastillas). Se construyen uniendo dos potenciómetros en un solo eje, movidos sincrónicamente.
Cómo funcionan de verdad
Un blend pot tiene dos pistas resistivas, A y B, y un punto central con detente (un pequeño “clic”) que indica que ambas están al 100%. Desde ese punto:
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Si giras hacia la izquierda, A permanece al 100% mientras B va reduciéndose progresivamente.
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Si giras hacia la derecha, ocurre justo lo contrario.
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En el punto central, ambas pastillas están a su nivel máximo.
Esta lógica se parece mucho al funcionamiento de un control de balance en equipos de sonido domésticos.
Por qué se usan
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Permiten mezclar pastillas sin perder volumen total.
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Son más intuitivos para bajistas y guitarristas que practican mezcla en directo.
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Evitan la interacción problemática entre volúmenes cuando se cablean mal los potenciómetros.
El taper empleado suele ser audio (logarítmico), porque la mezcla percibida por el oído no es lineal.
Conclusión: entender el cableado del volumen te da control total del instrumento
Saber cómo se cablea un potenciómetro de volumen no es un detalle anecdótico. Afecta a:
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La forma en que la guitarra responde al toque.
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La claridad o calidez general del instrumento.
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Cómo interactúan varias pastillas entre sí.
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La capacidad de conservar brillo al bajar volumen.
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La estabilidad del circuito y la ausencia de ruidos.
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La usabilidad del instrumento en estudio o directo.
El volumen no es un “mando que sube y baja sonido”: es un divisor de tensión cuidadosamente ajustado que determina la personalidad eléctrica del instrumento.
Y cuando comprendes cómo funciona, cómo cablearlo y cómo elegir sus valores, pasas de “usar la electrónica” a dominarla.